Sculpture, drawing and action – L21 Gallery, Madrid 2014
* Head grows. Rise is based on poetic texts by the Portuguese writer Helberto Helder.
Head grows. Rise began with the removal of the front door of The Window that the artist turned into a space for an exercise in reflection and programming for a period of 43 days, and with an action in Doctor Fourquet Street in Madrid performed between one and four o'clock in the morning of the first day.
This action made use of a parked car, filling the space between the bottom of the car and the street with a mixture of sand and vegetable oil.
The four car wheels were deflated so that the car body rested on this material. Afterwards, inside the car, Rodríguez-Méndez attempted to communicate telepathically with Herberto Helder for the three-hour duration of the performance.
Given that the space was open to the street, the disappearance of works was a foreseen element of the piece that obliged the artist to introduce new pieces.
Each of these pieces were constructed in plaster, following simple geometric shapes that set out to represent the particular frequency of the poetic texts and the spaces from which they seemed to derive.
Each piece – five in total – was then reproduced as a drawing on paper, reduced to a flat geometric form and shown in the gallery space.
*Crece la Cabeza. Subir parte fundamentalmente de los textos poéticos del escritor portugués Helberto Helder.
Crece la Cabeza. Subir se inició con la retirada de la puerta exterior del espacio de The Window que el artista convirtió durante 43 días en un lugar de ejercicio de reflexión y programación y con una acción en la misma calle Doctor Fourquet de Madrid que fue realizada entre la 1 y las 4 de la mañana del primer día.
Esta acción consistió en el uso de un automóvil estacionado, llenando el espacio entre la base del coche y la calle con una mezcla de arena y aceite vegetal.
Las 4 ruedas del automóvil se deshincharon para que todo el volumen de éste descansase sobre ese material. Posteriormente y en el interior del coche, Rodríguez-Méndez intentó comunicarse telepáticamente con Herberto Helder durante las tres horas que duró la acción.
Debido a que el espacio estaba abierto a la calle, la desaparición de las obras se convirtió en un factor previsto en el proyecto que obligó al artista a reponer una nueva pieza.
Cada una de éstas piezas fueron construidas con escayola y bajo la influencia de formas geométricas elementales que pretenden representar la particular frecuencia de los textos poéticos y los espacios de donde parecen provenir.
Cada una de las piezas, cinco en total, fue “reducida” a un esquema geométrico, que a modo de dibujo conclusivo en papel, fue presentado en el interior de la galería.
